A comienzos del III milenio a. C. aparece en Susa una forma de escritura, posiblemente derivada del sistema sumerio para representar la lengua elamita. El Imperio elamita del sudoeste de Irán compite con los imperios vecinos de Babilonia y Asiria. A partir del 2000 a. C. los medos y los persas, pueblos arios o indoeuropeos, comenzaron a desplazarse desde las llanuras del sur de Rusia y Asia Central hacia Europa y Asia. A mediados del siglo VII a. C., grupos de tribus iranias identificadas como medos, establecidos al norte y noroeste de Irán, se libran del yugo asirio, estableciendo su poder sobre la región. Gracias a Ciáxares y Astiages se acaba con el poderío asirio, tomando Nínive en 612 a. C. y fundando el primer imperio iranio. De ese mismo período son las fuentes que mencionan a Ciro I, rey de Anshan.
El dominio meda, no obstante, fue breve, gracias a la labor emprendida por un noble persa de la familia Aqueménida, Ciro (555-529 a. C.), rey de Anshan, quien unificó a los persas, sometió a los medos y conquistó Babilonia, Siria, el Levante mediterráneo y Asia Menor. Su labor de conquista fue continuada por su hijo y sucesor, Cambises (530-522), quien se anexionó Egipto y marcó la máxima extensión del Imperio aqueménida, configurando el mayor imperio hasta entonces conocido en el Próximo Oriente.
Mapa del Imperio aqueménida; puede verse el Camino Real de Susa a Sardes.

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